Solo vemos su rostro; ineluctable, impávido, inexpresivo, como el gélido resultado de los rostros llenos de botox. Hasta la sonrisita parece un rictus canallesco y glacial. Nadie sabe, que por la profundidad arterial de su gobierno, toda la pestilencia de su mercado negro, un inmenso manantial de traición, codicia, lujuria y rapiña, recorre obesa de culpa su negro itinerario hacia la hecatombe.
Esta cada vez más paranoico, dicen los que lo rodean. Toda la nidada de cuervos y fariseos que lo sobrevuelan, afilan las garras. No le ven futuro, como no le ven futuro a sus socios nacionales. Saben, vacilan y trémulos de fobia, se imaginan el inmediato futuro, que llegó antes de fecha.
La revuelta nonata que tienen en las puertas mismas de la casa de Ibarra. La única respuesta de Gerardo Zamora: reiterarse desde la ostentación, usar el faro de la decisión impune; debe iluminar la senda de los que vacilan, demostrar que su poder no tiene mella; pero está mellado.
Dio la orden a su ministro Neder de completar el circuito de sus andanzas internacionales, reafirmando los decretos 1581-1594-1595 todos del 2009 y este nuevito 2024/10 por el cual paga casi $ 500.000 a la “aviaton parts exe” por 2 parabrisas para su learjet 40xr, y la joda sigue, ya son casi $ 1.400.000 tirados en su funámbula odisea por demostrarse, único jeque de esta nueva cuadrilla de ricos, que, como las juanitas, inundan Santiago, ostentosos también ellos y tan repugnantes como el bicho mencionado.
La muerte sonríe, divertida, intrigada y agradecida. Su inmenso cubículo se nutre de una tierra inmensa, abonada por los cuerpos de miles de seres desdichados muertos de corta muerte, que conviven junto a la grosera ostentación de la “radicalerie new riche” provincial, una sólida elite de granujas que no tienen empacho en llamarse “empresarios” que hacen “obras” y brindan “servicios” al estado; un estado , lisa y descaradamente monárquico, donde Gerardo Zamora es el rey de un reino de otros reyes, que son los verdaderos reyes de este reyezuelo, al que no tendrán empacho en vomitar de sus fauces inmundas, ni bien lo vean flaquear ante el pueblo. La muerte, agradece.
Cientos de hombres y mujeres que la enfrentan a diario, han sido despojados de sus armas y armaduras. Ya no tiene vallas, ni voluntades que la detengan. El servicio sanitario de la salud publica de Santiago, ha sido vilmente despojada de sus campeones, sin médicos, sin insumos, con una dirigencia sindical corrupta y cómplice, con enfermeros hambreados y una sociedad hambrienta. La muerte se relame de gozo; hacia tiempo que no le iba tan bien. Parece, se dice, que han vuelto los buenos tiempos ¡¡y en democracia!!! . No podían faltar los “amigos” de Gerardo: el consejo medico provincial “ya alertó acerca de la presencia de “infiltrados” que agredieron al ministro Martínez”.
El obispo católico de Añatuya, también se “ha expresado” repudiando panfletos e instando al “dialogo”, aunque nada dice de la criminal decisión de dejar sin salud a un tercio de la población santiagueña. Para la muerte no podía ser mejor: el pecho ensangrentado del pueblo humilde, sin sueldo y sin salud, deambula perdido, acechado por las garras de una inmensa noche que ha descendido sobre nuestra tierra. Son las uñas afiladas de estas hienas que tiene el corazón cubierto de piel negra. Son la maldad recorriendo el granito pulido y lustrado del poder. Son las paredes malditas de la casta que durante siglos ha pegado sus látigos en nuestras espaldas. Se están preparando; y el pueblo también se está preparando: ya empezó la caída de las mascaras, y el escenario está lleno de luces. Poco a poco, vamos sabiendo: si son todos los que están, y si están todos los que son.
Esta cada vez más paranoico, dicen los que lo rodean. Toda la nidada de cuervos y fariseos que lo sobrevuelan, afilan las garras. No le ven futuro, como no le ven futuro a sus socios nacionales. Saben, vacilan y trémulos de fobia, se imaginan el inmediato futuro, que llegó antes de fecha.
La revuelta nonata que tienen en las puertas mismas de la casa de Ibarra. La única respuesta de Gerardo Zamora: reiterarse desde la ostentación, usar el faro de la decisión impune; debe iluminar la senda de los que vacilan, demostrar que su poder no tiene mella; pero está mellado.
Dio la orden a su ministro Neder de completar el circuito de sus andanzas internacionales, reafirmando los decretos 1581-1594-1595 todos del 2009 y este nuevito 2024/10 por el cual paga casi $ 500.000 a la “aviaton parts exe” por 2 parabrisas para su learjet 40xr, y la joda sigue, ya son casi $ 1.400.000 tirados en su funámbula odisea por demostrarse, único jeque de esta nueva cuadrilla de ricos, que, como las juanitas, inundan Santiago, ostentosos también ellos y tan repugnantes como el bicho mencionado.
La muerte sonríe, divertida, intrigada y agradecida. Su inmenso cubículo se nutre de una tierra inmensa, abonada por los cuerpos de miles de seres desdichados muertos de corta muerte, que conviven junto a la grosera ostentación de la “radicalerie new riche” provincial, una sólida elite de granujas que no tienen empacho en llamarse “empresarios” que hacen “obras” y brindan “servicios” al estado; un estado , lisa y descaradamente monárquico, donde Gerardo Zamora es el rey de un reino de otros reyes, que son los verdaderos reyes de este reyezuelo, al que no tendrán empacho en vomitar de sus fauces inmundas, ni bien lo vean flaquear ante el pueblo. La muerte, agradece.
Cientos de hombres y mujeres que la enfrentan a diario, han sido despojados de sus armas y armaduras. Ya no tiene vallas, ni voluntades que la detengan. El servicio sanitario de la salud publica de Santiago, ha sido vilmente despojada de sus campeones, sin médicos, sin insumos, con una dirigencia sindical corrupta y cómplice, con enfermeros hambreados y una sociedad hambrienta. La muerte se relame de gozo; hacia tiempo que no le iba tan bien. Parece, se dice, que han vuelto los buenos tiempos ¡¡y en democracia!!! . No podían faltar los “amigos” de Gerardo: el consejo medico provincial “ya alertó acerca de la presencia de “infiltrados” que agredieron al ministro Martínez”.
El obispo católico de Añatuya, también se “ha expresado” repudiando panfletos e instando al “dialogo”, aunque nada dice de la criminal decisión de dejar sin salud a un tercio de la población santiagueña. Para la muerte no podía ser mejor: el pecho ensangrentado del pueblo humilde, sin sueldo y sin salud, deambula perdido, acechado por las garras de una inmensa noche que ha descendido sobre nuestra tierra. Son las uñas afiladas de estas hienas que tiene el corazón cubierto de piel negra. Son la maldad recorriendo el granito pulido y lustrado del poder. Son las paredes malditas de la casta que durante siglos ha pegado sus látigos en nuestras espaldas. Se están preparando; y el pueblo también se está preparando: ya empezó la caída de las mascaras, y el escenario está lleno de luces. Poco a poco, vamos sabiendo: si son todos los que están, y si están todos los que son.
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