El control de los tiempos. El quimérico elefante blanco de todos los obsesos de poder, con toda la amalgama de rictus fascistoides propias de los que se asumen semidioses de un poder ilimitado. A ellos no los jode el poder en si, los fulmina la sensación de impunidad ilimitada con la que lo ejercen. En esa enloquecida búsqueda de la continuidad ad infinitum, el factor tiempo es la clave. ¿y como se controla el tiempo cuando se gobierna y el desgaste comienza a erosionar el pútrido cimiento en que se asientan los gobiernos corruptos?: Dibujando la realidad:
En el año 2002, cuando iniciado el trance agónico del gobierno de Carlos Juárez, se diseño una estrategia electoral, que hasta hoy ha sido infalible: la utilización desmesurada de los recursos del estado provincial volcándolos a la elección de gobernador en un contexto de fragmentación de las fuerzas de la oposición, determinando que mas del 50% del padrón electoral no vaya a votar.
Esta poción se ha venido reiterando como parte de la estrategia política del zamorismo, aliado incondicional del principal grupo vernáculo del poder económico y político de santiago del estero: el grupo ick.
En la tapa del diario el liberal del 4 de enero se difunde un 72% de imagen positiva del gobernador Gerardo Zamora en todo el ámbito de la provincia, encuesta realizada por la archiconocida Zuleta Puceiro, consultora oficial del grupo económico dueño del diario que la publica, cuyo mensaje se traduce así: aunque pierda kirchner, Zamora seguirá intacto.
Dicha encuesta, un dibujo que ningún medio nacional -serio- ha publicado, exhibe la verdadera paranoia que carcome la carcasa mellada de la gestión provincial. Están temerosos del arrastre que se originará cuando en marzo empiece la pirotecnia en el congreso y caiga la imagen presidencial, cargándose a todos sus allegados y socios de aventura económica y política.
La publicación de la encuesta de datamatica, consultora especializada del grupo clarín anunció una caída al 39% de la imagen de Zamora. Todo un preanuncio de lo que le espera en la antesala de la gran pelea nacional.
El grupo económico sabe que su delfín es un pato rengo, que ya no los puede conducir a otra cosa que no sea el desastre. Saben que Zamora no tiene retorno al radicalismo, el cobismo -posible estructura a quedarse con la presidencia de la nación- lo detesta y tiene otro referente en Santiago: Emilio Rached; el alicaído kirchnerismo no podrá protegerlo; el duhaldismo lo deplora y el macrismo peor. La operación sálvese quien pueda comenzó en Santiago. No es de extrañar que en algún tiempo no muy lejano pueda verse y oír al ex relator deportivo de Lv 11, Rogelio Llapur, pontificando sus admoniciones a la "corrupción del zamorismo".
En el año 2002, cuando iniciado el trance agónico del gobierno de Carlos Juárez, se diseño una estrategia electoral, que hasta hoy ha sido infalible: la utilización desmesurada de los recursos del estado provincial volcándolos a la elección de gobernador en un contexto de fragmentación de las fuerzas de la oposición, determinando que mas del 50% del padrón electoral no vaya a votar.
Esta poción se ha venido reiterando como parte de la estrategia política del zamorismo, aliado incondicional del principal grupo vernáculo del poder económico y político de santiago del estero: el grupo ick.
En la tapa del diario el liberal del 4 de enero se difunde un 72% de imagen positiva del gobernador Gerardo Zamora en todo el ámbito de la provincia, encuesta realizada por la archiconocida Zuleta Puceiro, consultora oficial del grupo económico dueño del diario que la publica, cuyo mensaje se traduce así: aunque pierda kirchner, Zamora seguirá intacto.
Dicha encuesta, un dibujo que ningún medio nacional -serio- ha publicado, exhibe la verdadera paranoia que carcome la carcasa mellada de la gestión provincial. Están temerosos del arrastre que se originará cuando en marzo empiece la pirotecnia en el congreso y caiga la imagen presidencial, cargándose a todos sus allegados y socios de aventura económica y política.
La publicación de la encuesta de datamatica, consultora especializada del grupo clarín anunció una caída al 39% de la imagen de Zamora. Todo un preanuncio de lo que le espera en la antesala de la gran pelea nacional.
El grupo económico sabe que su delfín es un pato rengo, que ya no los puede conducir a otra cosa que no sea el desastre. Saben que Zamora no tiene retorno al radicalismo, el cobismo -posible estructura a quedarse con la presidencia de la nación- lo detesta y tiene otro referente en Santiago: Emilio Rached; el alicaído kirchnerismo no podrá protegerlo; el duhaldismo lo deplora y el macrismo peor. La operación sálvese quien pueda comenzó en Santiago. No es de extrañar que en algún tiempo no muy lejano pueda verse y oír al ex relator deportivo de Lv 11, Rogelio Llapur, pontificando sus admoniciones a la "corrupción del zamorismo".
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